La vibración se ha ido de mi cuerpo tantas veces que ya es fácil dudar.
La fuerza no quiere volver y apoderarse de mis sueños y mi llanto.
Quiero otoño, quiero luces en mi alma, quiero las voces del ayer a mi alrededor.
Quizás un gusano en mi interior me esta comiendo las ideas, las verdades, las mentiras, el amor, la falacia y la risa.
Trato se sintonizar que será esta enfermedad. No es amor, no es amar, no es la vida ni la crueldad, no es el mundo, no es la gente, quizás es la enfermedad que los que se creen artistas suelen llevar en su interior, alcoholizadas de dolor hasta crear la obra maestra para que unos complejos y simples ojos la observen como a ninguna otra.
Picasso, Van gogh, Dalí y cuantos más que sufragaron por otros caminos. Y yo parada como un ser en extinción tratando de sobrevivir en el mundo abstracto de hoy, mas abstracto que mi mente, mas raro que lo completo incompleto del amor.
Pies fríos, labios partidos y manos que escapan del abrigo otoñal.
(y aún mis palabras no suelen concordar el punto exacto del actuar)
1 comentario:
Sabías palabras de un artista de medianoche en sus momentos psicodélicos de la vida, deja que esas lágrimas paren de caer y mira hacia tu futuro que se viene en éxito.
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